G.P. EUROPA: ¡ARRIBA LAS MANOS! (1ª Parte)

Uno no puede o no debe tirar piedras sobre su propio tejado, pero llega un momento en que alzar la voz y dar un golpe en la mesa, se hace necesario. En los últimos años, la F1 vive un ambiente enrarecido en cuanto a normativas, sanciones y palmaditas en la espalda a un piloto en concreto.

Hace un tiempo, el propio Fernando Alonso, tras una de las decenas de situaciones injustas protagonizadas por el entonces "compañero" de equipo Hamilton, declaraba que había dejado de creer en la Fórmula 1 como deporte y estaba convencido de que sólo era un espectáculo.

Unos años después, sus palabras se reafirman. Seguimos convencidos de que el Gran Circo de la Fórmula 1 es sólo eso... un GRAN CIRCO en el que algunos se juegan la vida a más de 300 Km/h, mientras otro se salta todas las normas y es ayudado por los domadores mientras al resto les dan latigazos por hacer las cosas como marcan las leyes.

Ese "otro" es el inglés Lewis Hamilton. Que no es ni más ni menos, que un prototipo de piloto creado desde los 11 años de edad, por Ron Dennis y Bernie Ecclestone (ambos ingleses) para irrumpir en la Fórmula 1 (también marca inglesa) y romper todos los récords para llevarse la pasta a los bolsillos.

Sin embargo, este "piloto" con el tiempo se mostró muy rápido... pero irresponsable, caprichoso e incapaz de aprender de sus propios errores ni de los de los demás. Por ese motivo, al niño de McLaren hay que ayudarle. ¿Cómo sino, papá Dennis y tío Bernie van a recuperar el dinero invertido y seguir llenando las billeteras?.