La Fórmula 1 da cada vez más pena. Sus máximos dirigentes Mosley y Ecclestone son los encargados de convertir este deporte en un circo con fieras y payasos.
Cada día que pasa, estos dos hombrecillos se sacan una nueva norma de la manga, cada cual más ridícula que la anterior. Personalmente, pienso que el objetivo real de todas estas normas, es el de establecer dos grupos de equipos enfrentados entre sí (por aquello de que la unión hace la fueza), para después hacer con el Campeonato lo que les venga en gana.
Los equipos gastan mucho dinero en este deporte y casi otro tanto más en mantener los bolsillos llenos de millones tanto de Max como de Bernie. Y la moneda con las que les pagan es la más falsa de las imaginables.
Por eso, la Asociación de Equipos (FOTA) va a reunirse en junio para llegar a un acuerdo contra la FIA. Alguien tiene que parar los pies a este par de descerebrados.
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