
Ni Kimi, ni Massa están a la altura para llevar un monoplaza Ferrari entre sus manos. Pero también hay gente en el equipo, en la zona del muro, que debería pagar un precio por todo lo que está pasando.
Una rotura de motor a falta de tres vueltas para el final de la carrera es mala suerte; pero una estrategia incomprensible como la de Shanghai, es algo que se tiene que apuntar, para no olvidarse de dar un buen tirón de orejas al responsable.
Si Alonso es capaz de hacer estos milagros con un Renault... ¿Qué no podrá hacer con un Ferrari?. Señores de Maranello; esto no es una coincidencia. Las victorias de Renault en los cuatro últimos años fueron conseguidas por Alonso. El 70% de las victorias de la Historia de Renault en la F1 fueron conseguidas por Alonso. Los últimos Títulos de Pilotos y Constructores para Renault, fueron conseguidos por Alonso. La gran evolución del R-28 fue posible gracias en parte a las manos, sensibilidad en la pista y la magia de Alonso. El McLaren se hizo cuatro décimas más rápido en 2007 nada más sentarse Alonso en él.
En este deporte no existen las casualidades, ni los milagros, ni las disculpas; pero sí existe un equipo que se llama Ferrari y un piloto que se llama Fernando, al que en Italia adoran como se hace en España. Un Bicampeón al que la prensa italiana y los tifossi reclaman con fervor, para su preciada Scuderia. Un talento tan grande que tal vez, sería capaz de ensombrecer los 7 Títulos Mundiales de Michael Schumacher.
Señor Luca Cordero Di Montezemolo, recapacite y dote a su equipo con el mejor piloto de la parrilla. Déle un Ferrari y él le devolverá la gloria perdida.
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